Con motivo del primer cierre que decretó la CAM de zonas en algunos barrios, varias asociaciones emitimos un comunicado denunciando la medida por ineficaz y segregadora.
Este comunicado cayó en manos de una profesora de un colegio público de Usera y se lo leyó a sus alumn@s .
Casualmente una persona que dedica su tiempo libre al movimiento vecinal se encontraba trabajando en ese momento en el colegio y como las clases se dan por motivos de seguridad con las puertas
abiertas pudo escuchar la lectura del comunicado así como muchas dudas que plantearon, entre ellas querían saber qué era eso de las asociaciones vecinales.
En el recreo se acercó a la profesora y le dio la enhorabuena por la iniciativa, a su vez le propuso que pasara a la clase para explicarles de primera mano a los chavales qué era eso de una
asociación vecinal, ni que decir tiene que aceptó encantado, tod@s le conocían de vista de verle por el cole, el hecho de que fuera un trabajador que en su tiempo libre creía que se podían
mejorar los barrios a base de trabajo en conjunto con otras personas que pensaban como él, les encanto.
De esa charla salió una carta inicial que hicieron
llegar a la FRAVM.
Unos días después, esos mismos chavales le invitaron a pasar a su clase, le dijeron que les encantó saber de nuestra existencia y que le querían hacer entrega de unas cartas, casi todas van
dirigidas a la Asociación Vecinal del Zofio en Usera porque es la zona en la que está el colegio
Los niños y las niñas del República de Venezuela han sabido captar nuestra esencia y quizás, sin querer, con ese pequeño gesto de hablarles de nuestro trabajo hayamos plantado el germen del
activismo vecinal.
Eso hace pensar que sí tenemos futuro, que el movimiento vecinal está y sigue vivo y que quizás algún día a nuestras envejecidas asociaciones lleguen es@s que hoy oyeron hablar de nuestro
trabajo.
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